11/23/2012

Coronas reales, ducales, condales y las mejores intenciones



  Quizá no me gustaría vivir con escasos recursos, pero en esos casos,  mucho mejor buscar la elegancia en vez de lujo y el refinamiento en lugar de moda. Lo importante es ser digno y respetable. Hablar tranquilamente, con franqueza, con alegría y esperar que las ocasiones avancen y nos llamen a la puerta. Aire nuevo y coraje para sobresalir. Algunos días se desean soluciones simples y rápidas...  no las hay.

  Nunca la prisa es y será una buena opción. Es tiempo de espera, reflexión, ¡el momento es ya!. Mirar y ver. Trabajo y dedicación. En una dirección, en otra, precavido y tuneado de verde esperanza. En otras palabras, dejar que lo espiritual- mis santos de cabecera; San. Pancracio, San Nicolás, San Ildefonso, Santa Rita y los Ángeles Custodios me hagan crecer a través del buen sentido común y no verme eclipsado o cegado. Tengo que relajarme más y dejar que la espiritualidad me abrace. Ellos hacen lo mejor, lo posible y lo imposible, tiempo al tiempo. Sé que voy a tener que cambiar más adelante. Este invierno va a implicar una gran cantidad de cambios buenos, lo sé. Les susurraré (a mis santos) que mi derecho a la espera sea corto -es fascinante.

  Mientras tanto,  reviso los requisitos para ser exquisito y la semana próxima, una año más visitaremos el rastrillo de nuevo futuro. Lleno de coronas reales, ducales, condales y las mejores intenciones. Ahora todo lo que necesito es un par de horas para recorrer sus puestos y encontrar la corona de muérdago y acebo. El advierto ya está aquí. Mejor con buena cara y disposición ¿estoy equivocado? seguro que no.

  Mañana será un día frío y húmedo, ropa de abrigo y diversión que son un gran consuelo en estos momentos grises. Claro, que mejor gris que con estampado con la cabeza de una fiera. El entusiasmo y generosidad que no falte, aunque bajamos mucho para buscarlo o goglear y a veces no lo encontremos. Tiempo y entre tanto, disfrutemos de los pequeños lujos de la vida, estamos rodeados de ellos, pero a menudo pasan desapercibidos. Objetos útiles que a mi me satisfacen por su estética.