4/14/2011

Ya huele


Desde Madrid ya huele. Sí, las aceitadas, los cocos y los coscarrones cocidos en los hornos desprenden aromas que llegan hasta aquí. Las viejas ruas y calles se engalanan. La cera, las teas y el incienso son esencias en la calle. Ya estamos. Por las calles estameñas, terciopelos, tulipas y medallas van y vienen. Sacar pecho, es la hora.

Lo primero felicitar a todas las Lolas y Dolores, preludio de días de fiestas y… corriendo para el Espíritu Santo. Nervios, sorpresas. Procesión. Luego en el “Charly” comentar con un torrezno –ya pasó la vigilia– y la Semana comienza. Es viernes de Dolores. Esta semana llega lenta, queremos que comience y que no termine. La algarabía rompe el silencio del tiempo pasado.

En Zamora estamos de ”Boda”, una boda por todo lo alto, con invitados por todos los sitios, y donde tendremos algún que otro problema a la hora de colocarlos a todos, -"espera que pregunto en casa de, …no, que hablo con Zacarías….bueno ya no es así, ya tenemos de tó". Las Edades del Hombre nos hicieron olvidar el ostracismo y las carencias en el que vivíamos. Pasaron los años de cero alojamientos, finalmente pudo solucionarse. Ya estamos. En la calle las procesiones escenifican y recuerdan el drama de la pasión y muerte de Jesús de Nazaret.

Somos conscientes de lo importante que es la Semana Santa. Sumar y olvidar aquellos tiempos en los que Zamora sólo salía en películas. Sí, en la que venía “una chica a servir” que era de Zamora o de Venta de Baños… y mucha Lola Gaos. Adiós a la oscuridad ya estamos en la modernidad.

Zamora es un auténtico hervidero. Después de muchos meses de ausencias, veremos a los hijos volver a casa, la familia ya está. Las tiendas llenas, –viene mi hijo con unos amigos,… y yo tengo seis, y yo doce–. Lo mejor, para los que un día salieron para hacer vida: otomán de seda para ellos.

Todo un acontecimiento, en Zamora es agosto. … aquí hay sitio para todos, estamos orgullosos de nuestra Semana Santa, queremos que la vean, que la sientan, que el forastero, –como decimos–, se sienta en casa, damos y mostramos lo mejor. Ganar el perdón. Huéspedes de honor, Nos quieren por nuestro perfil austero y comedido. Mostrémoslo y reivindiquémoslo.

Las noches, pasadas las procesiones, son de amores y de pasión, Las mañanas de paseo y presentación. ¡Es primavera¡ el mes de mayo en la puerta y todos con el guapo subido. Nada se nos resiste. La lengua fácil, la noche avanza en un minuto. Nos entregamos al fuego. Sin darnos cuenta, los primeros rayos de sol ya están. Adiós a la multitud. Las mañanas con los ojos hinchados y delicia en el “Benito”.
Hábitos que hacen al monje.

Sí, son nuestras primeras salidas nocturnas, retraso en las llegadas a casa. En las calles, miradas, correr y mirar otra vez. Tras la cancela del caperuz, nos volvemos locuaces, adiós a la timidez, quizás nuestras primeras palabras de amor y sembrar, para en la noche cosechar. Las filas son de amores y miradas fijas. Te veo en Nuestra Madre y en la Soledad. Es tiempo de amar. La espera de la procesión con pipas en un suspiro pasa. Las puertas tienen que estar abiertas y tenemos que tener el corazón dispuesto para amar. Es Semana Santa y primavera, levanta la persiana, la noche es espléndida. ¡Aprovéchala! son nuestros primeros amores.¿Recuerdas?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que razón tienes........que estress. Que noches inolvidables.

Josué dijo...

Atilano, eso es, ya sabes, cartones, medallas, sandalias, papel de estraza... y tu un gin/ naranja. Nos vemos Torrente. ¿Estrenas el domingo?