10/09/2009

Poseo, motor y viento que sopla a favor.




Sólo de pensarlo, ya me estoy yendo a “la pequeña Inglaterra”, o preparando un viaje a Francia. Quiero conocer París y su mercado de Las Pulgas. Cuando leo en revistas o catálogos algo que me gusta, casi siempre en el pie de foto pone adquirido en el Mercado de Las Pulgas. En ese momento mataría por estar allí.
Lastima que sea tan inseguro, y apenas salgo de casa, de media vuelta.

Da igual un cuadro, una entrada para ver a Esplá, un libro… el caso es pensar en poseer. Más en poseer, que en gastar, o comprar. El dinero, aparte de ser bastante tosco, no eso lo mismo; aunque, puede causar la misma sensación. Así que me inclino por poseer en términos generales. Lo euros se pintan si hace falta.

Mi madre, hace suyas las enfermedades de otros. Las vive de tal forma que en seguida comienza a tener los mismos síntomas. A mi, me pasa lo mismo, si alguien me habla que se acaba de comprar, un CD, un libro, un donuts, algo …nos gusta más muchas veces lo ajeno, más que lo propio. Despierta en mi una motivación terrible, que me empuja hacia lo sublime. Menos mal, que a veces, nos abren los ojos. Para que narices quiero yo otro…

Disfruto tanto en tan poco tiempo. Se va la cabeza, Está uno tan seguro de si mismo en esos momentos; salen argumentos por todo y para todo; yo me veo hasta guapo, delgado, seguro, capaz. Ilusión que todo lo envuelve y todo lo puede.

La tía Nieves Neches decía; Hay gente que disfruta ahorrando, recalcaba, y yo, comprando. Es de familia seguro. Ira unido algún gen, ADN, pegado en alguna proteína. Tendré que consultar datos, o incluso explorar nuevos campos científicos, como la genética molecular, para saber si es una dolencia, un vicio, o delirios, ¡que horror!, de la planta de psiquiatría no salgo. ¡Que heredamos ¡
Combinare las cabezas de mis tíos y tías de varias generaciones cual guisantes de Mendell y seguro que hallo la respuesta.
Digo vicio, pues no puedo hablar de necesidad, aunque te la cree, cuando tienes de todo; libros, cuadros, abono de toros, sillones, y una familia tan “completamente” como dice el barbero. Es vicio.

Y una vez que tengo lo deseado, no siento nada especial. Es pasado, voló toda ilusión, es vacío, me da igual. Comienzo la búsqueda del siguiente, sin apenas disfrutar de lo nuevo. Nace una nueva necesidad.

Poseer es el motor que de vez en cuando sopla a favor. Y me permite caminar, soy así de materialista, aunque si me topo con un místico ya veremos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Tendremos que ir al Mercado de las Pulgas.